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BIBANDORRA Blog de la Biblioteca Pública de Andorra(Teruel)

Los zampalibros y la momia

Los zampalibros y la momia

     "La momia" es el título del libro que acaban de leer nuestros zampalibros. Este club de lectura, como ya dijimos en su momento, pasó a ser un club virtual, y actualmente tiene un caracter semipresencial. Esto quiere decir que el libro se lee en casa para luego una vez al mes nos juntamos en la biblioteca para comentarlo (aproximadamente durante media hora). Empleamos otra media hora para realizar preguntas sobre el libro pero a través de nuestro chat interno, que tenemos habilitado en nuestra página web (sección infantil). Aunque el año pasado el club era totalmente virtual y los niños se conectaban desde casa, hemos decidido que acudan a una reunión mensual para tener un mayor control sobre la actividad, a la vez que se produce un mayor contacto con el niño. Lo que si se ha incorporado como novedad son conexiones de seguimiento de la lectura del libro: de vez en cuando se convoca (por correo electrónico) a los miembros del club a una conexión (vía chat) para comentar sobre el estado de su lectura (páginas que han leído, si les gusta o no, que es lo más destacado que han leído hasta ese momento...etc.).

     Por lo que se refiere a la primera reunión, que realizamos ayer, los comentarios sobre el libro fueron muy satisfactorios. Los nuevos miembros del club se mostraron muy participativos interviendo continuamente a lo largo del pequeño debate que organizamos en torno a la lectura de "La momia". El libro fue del gusto de todos y demostraron con sus respuestas y comentarios que lo habían leído con atención. Hablamos sobretodo de la relación entre Andy y Jason, pero también se habló del personaje simpático Keg; todos estuvimos de acuerdo en el mensaje que transmite esta pequeña novela: la importancia del esfuerzo personal para conseguir o mejorar cualquier actividad a lo largo de nuestra vida; por último hubo un pequeño desacuerdo sobre los deseos que se le conceden a Andy: los niños preferían pensar que eran auténticos y lo que él deseaba luego se cumplía, mientras el monitor en una posición más realista (de adulto) optaba por demostrar que los deseos que había elegido no eran especialmente difíciles de cumplir puesto que no eran algo fantástico. De todas formas es curioso observar como los niños se agarran a lo mágico en sus valoraciones.

     Para finalizar la actividad, en el aula de informática, realizamos una sesión de chat. El monitor del club preguntaba una serie de cuestiones sobre la lectura y los niños respondían. Funcionó muy bien: coordinación en las respuestas impidiendo así que se acumularan, fluidez y destreza en el manejo del ordenador, y escritura muy correcta (sin apenas faltas de ortografía ni abreviaturas o lenguajes propios). De ahí que quedamos en realizar un seguimiento de la lectura de los libros mediante conexiones periódicas por internet, hasta que nos volvamos a reunir en la biblioteca.

     Como se puede deducir de este artículo los aspectos positivos se imponen por goleada a los negativos. Pero debemos reconocer que hacía tiempo que no nos sentíamos tan pletóricos después de realizar una actividad de este tipo, y la actitud que tuvieron los nuevos miembros del club es la principal responsable de ello.

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