Ecuador de la feria

      El segundo día de feria, como augurabámos(era fácil trás la desolación del primero), ha ido mucho mejor. El tiempo ha mejorado levemente, pero lo suficiente para que el ambiente en la feria cambiara. No ha alcanzado el nivel de otros años pero por lo menos se ha podido pasear y las ventas han aumentado. Los libreros han mostrado una mejor cara, y a ratos se ha visto bastante gente. Los más positivo que está resultando de esta decimoséptima edición es que son ya muchos años organizando una actividad de este tipo, y todavía creemos que queda cuerda para unos años más, si bien habrá que pensar en incorporar novedades y celebrar con intensidad el aniversario cuando lleguemos a los veinte años. El lado negativo está siendo la meteorología por una parte, y la propia crisis económica (nacional y especialmente local por los últimos acontecimientos en torno a la central térmica y su producción) que incide de manera muy directa en los bolsillos de los consumidores y ha dado lugar, seguro, a unas ventas más reducidas. No se debe olvidar que la Feria del Libro es un evento cultural que la biblioteca organiza con la finalidad de fomentar la lectura en nuestra población, pero que también tiene su lado mercantil desde el punto de vista de los libreros y editores que exponen en sus casetas.

     En resumen, seguimos con el ánimo alto en el transcurrir de esta Feria, y confiamos que al final la valoración que hagamos al clausurarla se acerque a los últimos años que, - a pesar del mal tiempo en muchas ocasiones y otros inconvenientes que surjen -, siempre resultan satisfactorios.